Páginas

22 mar 2011

El estado de ánimo para poder escribir

He escrito estando feliz, enojada, estresada, "chipil", melancólica, triste, etc., creo que como Marian, escribir se afecta inmensamente cuando carezco de un estado de ánimo, es decir, cuando ando indiferente (aunque este también es un estado de ánimo, valga la redundancia).

Curiosamente la imaginación está allí junto con las ocurrencias y las ideas que debería plasmar en la historia, pero simplemente no tengo deseos de escribirlas, al igual que no tengo ganas de hacer nada. Es un estado que detesto porque siento que desperdicio un día y casi siempre termino enojándome conmigo misma por la actitud que tomé.

Fuera del estado de ánimo, una circunstancia que necesito para poder escribir es estar sola en casa, he escrito antes mientras están mis padres pero siempre me pongo de nervios cuando entran a mi habitación y miran sobre mi hombro lo que estoy plasmando directamente de mi cerebro. Lo siento como una invasión a mi privacidad, por lo que me apuro por terminar y a veces salen capítulos o historias "inconclusas".

Cuando tengo el ánimo y las ganas (de escribir, aclaro), simplemente me acuesto sobre la cama miro al techo y me imagino la historia, la reacción de los personajes, la trama, como si viera una película, a veces termino hablando sola diciendo los diálogos, a veces me muevo como debería hacerlo el personaje o incluso trato de ver lo que el personaje principal vería y sentir lo que sentiría. Es algo que me da muchísima vergüenza decir (de hecho esta es mi primera confesión al respecto) y me pondría roja como tomate si alguien me descubriese haciéndolo. Es la razón por la que lo hago cuando estoy sola, cuando ya es de noche y mis padres están dormidos o cuando estoy en la ducha, por eso a veces tardo una hora.

Cuando la idea está clara, tomo un cuaderno y la anoto, a veces hasta hago un pequeño dibujo al respecto. Si en ese momento no tengo tiempo de escribir, por lo menos sé que al revisar la nota recordaré lo que en ese momento se me ocurrió.



Por favor, no me metan al manicomio.
Detesto el blanco y las paredes acolchadas.

Este es un post de respuesta al post que publicó Marian.
=D ¡Saludos!

3 comentarios:

  1. Leí con atención el post y sí concuerdo en que el no-ánimo es bastante indeseable. Por otro lado, aunque suene a aguafiestas, antepongo la disciplina al ánimo: escribir pese a todo y todos.

    Buen ejercicio escribir el ritual que mejor te funciona para escribir. Haré lo propio si no te molesta.

    Saludos afectuosos.

    P.S. Recomiendo escribir borracho al menos una vez.

    ResponderEliminar
  2. ¿Borracha? ._. va a estar cañón, nunca me he emborrachado, bueno sólo una vez y se me bajó en dos segundos.
    Gracias por comentar ;)

    ResponderEliminar
  3. ayyyy como te entiendo, yo hace muchos meses que no tengo ese espacio para dejar mi cabeza volar, pero ya llegará, igual que para ti!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Muchas gracias por venir a saludar *0*