Desearía aprender otro idioma, ir de viaje, aprender a cocinar, manejar, aprender sobre...
Ah cómo desearía tener más pinchi tiempo para eso, caray
Y así nos quejamos todos. Pero es que el tiempo se lo debe de dar uno porque si no te lo das, ¿quién carajos te lo va a dar?
Por eso hoy voy a crearme un nuevo propósito, valiéndome queso el hecho de que no sea año nuevo ni una ocasión especial, simplemente un viernes en el que tomé la decisión de darme el tiempo que requiera para todo lo que se me antoje realizar. ¿Por qué? porque puedo y quiero.
Así que voy a empezar por reformar este viejo blog, que se ve tan solo triste y desnutrido. Hace muuuuuunchos años solía escribir en él como una forma de desestrés, ya sea por los estudios (aún cursaba la universidad) o por las tensiones diarias que sufría a causa del matrimonio fallido de mis padres. Cuando por fin me gradué, la tan promesa libertad que había pensado que tendría resultó que no llegó. ¿Tiempo? ¡JA! el trabajo lo consumía todo y los días que tenía libres los usaba para descansar huevonamente hasta que llegara el próximo lunes.
Ahora, gracias a las oportunidades que nos ha brindado la vida, ya no estoy en ese punto. Gozo de un trabajo sin horarios, una vida en pareja que amo y semanas en las que a veces tengo tanto tiempo libre que estúpidamente desperdicio en internet viendo pendejada y media. Entonces llegan la medianoche y ahí voy a la cama arrepentida de que no hice nada de provecho.
Debo acabar con eso y hacer de ese tiempo algo útil. Voy a dedicarlo a todo eso que una vez quise pero que no pude por x o y razón. Total, triunfe o fracase, ya era tiempo perdido.
Este blog estará dedicado a los placeres de mi tiempo.
Mi testigo, mi cómplice.
Te veré pronto :)
