Ayer Cetoshito, gran lector asíduo de la revista Quo, me hizo leer un artículo que trataba sobre lo que realmente nos motiva a las personas, cada personalidad estaba representada por algún famoso que era el extremo de su motivación. Creativo - Leonardo Da Vinci, Codicia - Napoleón Bonaparte, entre los que recuerdo (tengo pésima memoria ya lo saben).
A pesar de que todos tenemos diferentes motivaciones para realizar ciertos actos, muy en el fondo tenemos una causa fuerte, ya sea para ayudar a los demás, para aprender, para lograr el éxito, para recibir el aprecio de los demás, para obtener algo, etc.
Conforme leía cada personalidad, trataba de evitar la verdad, no quería y no quería, a fuerzas quería ubicarme en otros, pero dentro sabía que mis verdaderas motivaciones para todo lo que hacía era el sentirme bien, tanto física, como espiritualmente.
Hedonista (Epicuro). Es la palabra. Que puede caer en un egoísmo.
Soy hedonista, lo admito, de no ser así no le hubiera puesto este nombre al blog.
Me abstengo de comer picantes porque me gusta disfrutar de la comida y el estar agarrando aire para quitarme lo "enchilado" me molesta.
Evito las personas que siempre traen malas vibras.
Hago las cosas a tiempo porque odio el estrés. Me pone de mal humor.
Si sé que algo me hará sentir incómoda o mal, como ir a un lugar lleno de fumadores, prefiero no hacerlo.
Le temo al dolor, no lo soporto, quizás por lo mismo me protejo tanto.
Adoro los placeres de la vida y trato de disfrutarlos al máximo.
¿Será tan malo ser así?