Después de días sin tener inspiración para escribir algo de "contenido" como dice
Marian, milagrosamente apareció
Alias Writer quien tenía meses perdido en un bloqueo de escritor, entre los escritos que recientemente publicó con su renovada ansiedad de plasmar sus ideas hubo un
post sobre la
Creación de Personajes y los cursos de literatura que se ofrecen en la web, lo que él considera de cierta forma malos e ineficientes. Inició con una crítica hacia uno de los métodos de creación de personajes e historias para después finalizar con el comienzo de un debate bloguero que ahora me toca el turno de responder. (Ya sé, por algo no hago resúmenes ._.)
Al igual que
Marian, no me gustaría entrar a la discusión sobre si la literatura es o no una mentira, evadiré ese tema si se me permite. Como diría mi abuela, "a lo que nos truje, chencha".
En mi caso no tomé cursos de literatura, lo que se puede notar claramente en mis cuentos donde algunas veces hay huecos o no puedo plasmar correctamente lo que imaginé, las únicas bases de conocimiento que he tenido han sido pequeños artículos en revistas, vistazos cortos a libros que sigo esperando que me presten, clases en la universidad, lectura de otros libros (con malas traducciones) e inspiraciones en ustedes. Por lo que la información de la que dispongo es pobre e intento enriquecerla cada vez que puedo, ahorita sigo leyendo con atención el libro de
Español correcto para Dummies (necesitaba ampliar mi vocablo), no paso del capítulo de redacción de párrafos, vuelvo sobre el mismo una y otra vez hasta entenderlo por completo esperando el momento para ensayar con algún cuento corto que hasta ahora por motivos de trabajo no se ha dado el caso.
Después de explicar mi situación, procedo a contestar las preguntas que nos dejó
Alias en su blog
¿Cómo crean ustedes sus personajes? ¿Qué tanto han puesto de ustedes mismos en sus protagonistas? ¿Y en los personajes secundarios?
La verdad no tengo un proceso fijo ni un cuestionario qué responder, a veces primero pienso en la historia, lo que realmente quiero contar: tiempo, trama, lección, problemas, solución de estos, etc., entonces procedo a imaginar con quién o con qué quisiera contarla respondiendo a ¿qué necesitaría de un personaje para que aportara lo necesario al desarrollo de la historia?, actitudes, valores, defectos, personalidad y con eso genero problemas secundarios. Finalmente le doy un físico, esto último hasta la fecha un poco de mis gustos personales, aunque a veces ni siquiera lo considero necesario, como el personaje principal que relata el cuento de
Fue en un diciembre, que me pareció más apropiado no darle un físico y dejar que el lector le diera la imagen de aquel hombre cercano cuya personalidad se le parece. Lo mismo hice con
Luz de Luna y otros cuentos.
Recuerdo que una vez estábamos viendo una película (cuyo título no recuerdo) donde el personaje principal nunca dice su nombre, tampoco se lo preguntan, curiosamente no nos percatamos del hecho hasta que el maestro soltó la pregunta ¿Cómo se llama? Todos nos miramos confundidos y al sentirnos contra la pared temiendo que el profesor pensara que no habíamos puesto atención, terminamos inventando nombres. Error. Nunca hubo uno. "¿Saben por qué ese personaje no tiene un nombre?" el profesor preguntó, "no lo tiene para que tú quien la ves, te pongas en su lugar". Eso se me ha quedado guardado y quizás por eso tiendo a no poner nombres o descripción física, incluso lo aplico a los lugares que sólo los describo de forma escueta "una montaña en las cercanías del mar", pero al final esa montaña podría estar donde el lector quisiera.
Otra veces inicio al revés, físico, nombres apropiados respecto a su mayor característica (como
Megan, la protagonista del cuento
Nightmare), genero la trama, la historia principal y los personajes secundarios cercanos al protagonista, conforme avanzo en los capítulos voy creando personajes de apoyo mientras los principales evolucionan y se transforman hasta crecer con la historia.
Todos y cada uno de esos personajes tienen algo de mí, claro, yo los hice. Son mis bebitos pechochos. Probablemente tendrán algo de mi carácter o mis idealismos, incluso puede que sean una pequeña combinación de aspectos de mis amigos, familiares, conocidos o alguna característica de otros personajes que me han parecido fascinantes. Para mí es imposible que no tengan algo de ellos puesto que son producto de observación de la conducta humana y animal (hasta de mis propias mascotas), ¿de dónde más podría observar sino de las personas allegadas a mí? Consciente o inconscientemente así será aunque no lo quiera.
Me falta mucho por aprender y esto se ve reflejado en mis personajes, quienes carecen de profundidad la cual trato de encontrar cada vez que escribo, pero sinceramente me parece muy difícil lograrlo aunque esto no significa que pararé de intentarlo. Por esta razón los admiro mucho, a tí y a Marian, cuando leo sus historias puedo ver claramente en mi mente a ese personaje, casi de carne y hueso, casi tangible. Algún día quisiera lograr eso y entonces sentir que finalmente he creado algo casi real.
Espero no haberme alargado mucho.
=)
Les dejo el
link de la respuesta de Marian. Además de mi
sitio de cuentos, por si quieren ver de lo que hablo.
Un abrazote y que pasen un excelente fin de semana.
PD: ¡Esta es la entrada 101 del Blog! *corre emocionada*