Llevo tiempo sin escribir. No me apetecía. Ha sido un año duro, odioso. Francamente, horrible.
A pesar de que todo va viento en popa con el proyecto (ya tenemos varios clientes), que económicamente estoy estable y la relación amorosa está de maravilla, la vida me ha dado una bofetada que ha dejado marca en mí. Ha extraído una parte de mi ser y la ha arrebatado para no devolverla jamás, nuestro hermano se ha ido. No lo volveremos a ver en esta vida y nada podrá reemplazarlo.
Sigo con ira, con los doctores, con el hospital, con el ·$"%"·&" cáncer, con las enfermeras, con dios, con la vida y la injusticia. Porque no hubo opciones sólo un "jódete y acéptalo".
Sigo encabronada, por saber todos los años que estuvo con dolor pensando que era otra enfermedad, ocultándonos su sufrimiento para no preocuparnos, para que pudiéramos continuar trabajando... No debiste, para eso estábamos, carajo
Sigo con el alma desgarrada. Porque murió sin saber tantas cosas y con tantos años por delante. Sueños detenidos abruptamente al igual que su vida. Porque era hijo único y sus padres ahora se han quedado sin lo más preciado de sus vidas. Porque teníamos pensado envejecer juntos y burlarnos cuando nos empezaran a salir canas o se nos cayeran los dientes. Porque era un gran persona, porque es una gran pérdida para el mundo, aunque este no tenga ni pinche idea y le preocupe más qué se pondrá Lady Gaga el siguiente evento.
Sigo con esta maldita melancolía. Cuando paso por un lugar familiar y el recuerdo me abraza, no puedo evitar derramar lágrimas. No paro de preguntarme por qué carajos sucedió, ¿por qué él y no un puto asesino psicópata que no aportará nada bueno a este mundo? pero nada responde.
Vivo con añoranza. A todo lugar que vaya sabré que ya no está. Cada vez que salimos juntos sabemos que nos falta alguien, cada vez que hablamos sabemos que nos falta un comentario, cada vez que reímos sabemos que nos falta una risa. Todo el tiempo sabremos que nos falta un amigo.
Sigo agradecida, por esos 5 años y medio de amistad, el apoyo incondicional y los zapes que me dio cuando me desviaba del camino. Nuestras diferencias valían madres comparadas con la amistad que tenemos. Permitirme ser parte de su vida ha sido algo muy especial para mí y no lo olvidaré porque era un hombre espectacular, un amigo fiel y una persona noble, caritativo, cariñoso (a su manera).
Seguiremos tratando de alcanzar nuestros sueños, adoptando entre los nuestros esos que él ya no puede realizar pero que estaremos pendientes porque se hagan. Lo haremos, entonces rogaremos porque nos esté viendo y sepa que ha sido posible.
Cumpliré con las promesas que le hice y deseo de todo corazón volverlo a ver algún día. (Aunque sea para darle un jalón de orejas por no haberme permitido estar allí con él cuando lo necesitaba)
Sé que viviremos el resto de esta vida con un espacio vacío entre nosotros,
apreciando los recuerdos y extrañando a nuestro hermano.
Él adoraba los legos.